Las láminas de zinc quedaron esparcidas por el patio trasero de la escuela y algunas atoradas en la barda y árboles cercanos, por lo que la mañana del martes, cuando ingresaron docentes y alumnos al plantel grande fue el impacto y la sorpresa de ver su escuela semidestruida.
Varios equipos de cómputo y del programa “Enciclomedia”, así como libros de consulta y de texto gratuito, material didáctico y otros enseres escolares, fueron hallados en el piso de las aulas y el salón que sirve de biblioteca tal como si hubiera ocurrido un terremoto.
El presidente de la sociedad de Padres de Familia Wilberth Gómez González dijo que varios padres trataron de recuperar las láminas pero estaban dañadas, “ya no hay nada qué hacer, lo que ahora se requiere es un techo nuevo o loza para las aulas, biblioteca y baños, que se quedaron a la intemperie”.
Agregó que entre todos, enviaron una carta a la Secretaría de Educación, donde le dan a conocer la lamentable situación ocurrida en la escuelita rural y para pedirle además a las autoridades que encabeza la profesora Rosa Beatriz Luque que agilicen cualquier ayuda emergente al plantel.
Por separado el director escolar Alexis Tosca, dijo que las clases no se van a suspender, ya que los niños recibirán éstas en el área que es usada como cocina y desayunadero escolar, en tanto que la cocina se trasladó provisionalmente a una casa vecina para no afectar el programa educativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario