jueves, 23 de septiembre de 2010

¿PROTECCION A PERIODISTAS?


El plan de protección a los periodistas o reporteros, como usted guste llamarlos, propuesto por el presidente Felipe Calderón, es una salida surgida por la presión de los últimos acontecimientos y seguro resultará ineficaz, en un momento en que el ejercicio periodístico no solo en Juárez, sino en todo el país, se ha convertido en una profesión de altísimo riesgo. Algunos recuentos indican que desde el 2000, al menos 57 periodistas han muerto y 10 permanecen desaparecidos. Sólo entre 2009 y lo que va de 2010 se contabilizan 17 asesinados y dos desapariciones. En un 60% de estos casos una de las hipótesis principales vincula las agresiones con el trabajo periodístico que desarrollaban las víctimas, que daban cobertura a temas relacionados con el narcotráfico y la corrupción política. Esto sin contar la gran cantidad de amenazas y presiones que no trascienden, no se denuncian y a las que ni si quiera le damos el valor por que muchas de ellas, vienen en forma velada, anónima y por terceros.
Es cierto, coincido en que el ejercicio de la libre expresión no es privilegio de los medios de comunicación, de los periodistas o de los reporteros, es un derecho, plasmado en nuestra Carta Magna, de todos los mexicanos y de todos los individuos del planeta, pero resulta que son los medios informativos, los periodistas y los reporteros quienes hacemos uso cotidiano de ese derecho en el afán de recabar, reportear, investigar y dar a conocer hechos que demanda la población.
También creo que no es justo para el resto de la población y para los grupos de personas dedicados a cualquier actividad productiva o profesional licitas, por ejemplo abogados, policías, jueces, investigadores, etc., que el gobierno federal ofrezca ahora un gendarme o custodio para que acompañe al periodista amenazado y este se sienta protegido.
Pienso que la batalla para frenar los peligros que amenazan a los medios informativos, a los periodistas y a los reporteros debe venir de varios frentes, esencialmente de los mismos reporteros y periodistas, mejorando sus técnicas de trabajo, apegándose a un código de ética, solo como ejemplos; también debe venir de los poderes legislativos y judiciales, creando leyes, y haciendo que se apliquen, para promover la seguridad social y las garantías laborales de los trabajadores de los medios informativos; en esta batalla mas que otros, deben involucrarse de lleno los propietarios de los medios informativos y cadenas de radio, tv y prensa escrita. Nada mas en Tabasco, un 90 por cierto de los trabajadores de los medios informativos carecemos de seguridad social, vivienda, salario digno, y hasta se carece de los espacios suficientes para la publicación de nuestros trabajos. Casi todos los periodistas y reporteros que conozco debemos andar mendingando “favores” cuando se trata de atender la salud propia o de un familiar (esta es la parte mas triste), porque las empresas periodísticas, del calibre que sean, no se han preocupado por dotar a sus trabajadores del servicio de atención médica y qué decir de los salarios, el diario que mejor paga, da 40 pesos por nota menos impuestos. Los hay que pagan a su reportero de municipios con periódicos.
Definitivamente, en México, en Cd. Juárez, en Culiacán, en Tijuana, en Mazatlán, en Nogales, en Morelia, en Durango y en Cárdenas, entre otras muchísimas ciudades de nuestros país el ejercicio periodístico cada día es mas difícil de realizar, pero alguien lo tiene qué hacer.

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