Una tercia de presuntos infractores ingresaron durante la madrugada del miercoles al plantel del Centro de Estudios de Bachillerato, Tecnológico, Industrial y de Servicios número 93 (CBTis), que se localiza en la ranchería Bajío de esta ciudad y luego de someter al velador, ocasionaros múltiples destrozos en distintas áreas así como dejaron pintas agresivas e insultos en el pizarrón del centro de cómputo.
Esto ocurrió según las primeras indagaciones entre las tres y cuatro de la madrugada del miércoles, pero debido a las investigaciones y el levantamiento de un inventario, las clases fueron suspendidas, por indicaciones de la directora del plantel María del Pilar Gómez Hidalgo, solo para el turno matutino reanudándose para el de la tarde.
Las primeras líneas de investigación apuntan a un conflicto interno en el plantel que podría haberse suscitado entre miembros de la comunidad estudiantil y algunos docentes, por posibles temas académicos, pero la policía ministerial no descarta la línea del robo, aunque éstos podría quedar aclarado en los siguientes días en función de la celeridad que los agentes ministeriales le den a las investigaciones.
Según el testimonio del velador, fue alrededor de las tres de la mañana cuando tres sujetos con capuchas se introdujeron al platel y lo amordazaron, así como le amarraron las manos para luego ponerle también una cubierta de trapo en el rostro; hecho esto, los sujetos, a los que no pudo identificar se dirigieron hacia la cafetería donde por algunos momentos causaron daños al mobiliario y a los comestibles que ahí se guardan, los cuales pudieron verse esparcidos durante la mañana en el patio del plantel.
Luego de esto, los sujetos se introdujeron al taller de cómputo, donde dejaron pintas agresivas e insultos contra la comunidad docente del mismo plantel; hasta la tarde de este miércoles se evaluaba por medio del inventario si los vándalos se habían llevado o no algún equipo u otra herramienta del plantel.
Pasado algún tiempo, según relató el velador ante la dirección del plantel y de la policía ministerial, cuando notó que ya no había ruidos a como pudo se desató y logró llamar por celular a la directora del plantel informándole lo sucedido, esto fue alrededor de las cuatro de la mañana.
Los docentes por su parte se mostraron preocupados por la situación sufrida y aunque no quisieron hacer comentarios, algunos dijeron que no habían recibido amenazas previas ni tenían idea del origen del ataque al plantel; en grupos, los propios docentes procedieron a hacer una inspección por todas las áreas del CBTis, hallando, por las huellas en el pasto, que los malhechores salieron por la parte trasera, brincando una barda.
Aunque el CBTis, esta completamente bardeado, por hallarse en una zona semidespoblada y por la falta de vigilancia policiaca continúa, nadie de los alrededores pudo percatarse de alguna situación sospechosa. La dirección del plantel informó que a las nueve de la mañana interpondrían una denuncia penal por hechos de posible carácter delictivo y dejaron en manos de las autoridades judiciales el esclarecimiento del mismo.
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