POSICIONMIENTO CONTRA ANA BARBARA:
A raíz del giro que ha dado la investigación del homicidio de nuestra amada madre, con la confesión del policía Carlos Alfonso Cornelio, quien reveló ante el Ministerio Público de aquella ciudad que entregó al perito de tránsito, Adán Chablé Santos, a Altagracia Ugalde, --nombre verdadero de Ana Bárbara--, como la persona que conducía el vehículo y, a José Jaime Gómez Munguía como su copiloto, al momento del accidente, queremos dejar en claro nuestra siguiente posición:
1.- En el marco del duelo por la pérdida de nuestra madre, reiteramos a la opinión pública: al pueblo de México, al pueblo de Quintana Roo y al pueblo de Tabasco, así como a la comunidad internacional que la culpable del homicidio que le arrebató la vida a nuestra madre es Altagracia Ugalde Mota, conocida como Ana Bárbara. Ella, borracha al volante, conducía esa noche a más de 100 kilómetros por horas por el boulevard Kukulkán, a la altura de la plaza La Isla, en una zona turística donde no se debe de manejar a más de 40 kms. por hora. Los testimonios y pruebas sobran, están a la vista y han estado llegando al Ministerio Público de la Zona Turística de Cancún a cada rato, sin que sean pruebas suficientes para el procurador de Quintana Roo.
2.- Por más que lo niegue, ella, Altagracia, es la responsable. Nos asombra que cada día que pasa y aparecen más evidencias en su contra, sea más cínica y descarada en sus declaraciones y con el consentimiento de las autoridades judiciales quintanarroenses se placee por el extranjero por cualquier antro, quitada de la pena, indolente; sus mismas contradicciones en la narración de los hechos, cuya versión cambia cada vez que sale a llorar a las pantallas con sus amigos y amigas lectores de chismes de la farándula, la delatan.
Ella indolente, ni siquiera se detuvo después del accidente a prestarle auxilio a nuestra madre o a sus nietos, sino que al contrario. Como todo cobarde, huyó y corrió a esconderse a las tiendas de la plaza.
3.- Nada nos gustaría más que la Procuraduría General de Justicia de del estado de Quintana Roo, actuara en contra de Ana Bárbara o Altagracia Ugalde, con la misma celeridad, con la misma rapidez y eficiencia con que actuó esa fatídica noche del sábado; mientras nuestra madre agonizaba en el hospital y falleciera luego, en menos de cinco horas dejó libre a José Jaime Gómez Munguía, quien suplantó a Ana Bárbara y se echó la culpa del atropellamiento.
4.- El testimonio es de un agente de la Policía, no de cualquier ciudadano. La confesión es de una autoridad, de un representante de la ley que pertenece a la Dirección de Seguridad Pública. Por eso le demandamos, le exigimos al C. Gobernador del estado de Quintana Roo, Félix González Canto, lo siguiente:
a).- Sustituir por una persona eficiente y honrada al procurador de Justicia del estado, Francisco Antonio Alor Quezada, quien ha manifestado ineficacia, complicidad e ineptitud en este caso en el que se perdió una vida, la de una mujer noble, tierna y bondadosa de 80 años, cuyo único delito fue cruzar una avenida en el momento que una dipsómana al volante conducía con un celular en la mano a más de 100 kilómetros por horas. Designar a quien esté a la altura del caso y no bailar al son que le toquen los influyentes y poderosos.
b).- Protección para el valiente y heroico agente supervisor de la Policía Turística de Cancún, Carlos Alfonso Cornelio y su familia, cuyo testimonio fue clave para reafirmar lo que hemos sostenido desde el principio: que Ana Bárbara o Altagracia Ugalde, es la responsable de la muerte de nuestra madre. La declaración de Alfonso Cornelio nos deja ver que no todos los policías son corruptos y mafiosos y que no todo está perdido en este país que cada día se hunde más y más en un océano de corrupción, injusticias y mentiras que provienen principalmente de los aparatos de procuración de justicia.
No vaya a ser que al rato lo desaparezcan o sufra algún “accidente”.
c).- Aplicar todo el peso de la ley al perito de tránsito, Adán Chablé Santos, quien con sobornos cambió esa noche el peritaje verdadero por uno tramposo, sucio y amañado, a modo, para favorecer a Altagracia Ugalde y, además la liberó, suplantándola por un alcahuete. Este corrupto agente y sus cómplices no merecen otra cosa más que la cárcel, por degradar la procuración de la justicia y deshonrar el uniforme que portan.
d).- Investigar la verdadera personalidad de José Jaime Gómez Munguía, el copiloto de Altagracia que se echó la culpa del homicidio. Queremos saber quién es en realidad: si chofer, guarura o amigo del hermano de la vedette. Arraigarlo y tomar su declaración y cruzarla con el testimonio de Alfonso Cornelio. También pedimos para el juicio y cárcel por suplantación.
e).- Citar en lo inmediato a declarar a Altagracia Ugalde Mota o Ana Bárbara y carearla con Alfonso Cornelio, porque se ve muy remarcado que la cantante cuenta con el manto protector del gobierno del estado de Quintana Roo y del procurador Francisco Alor, quien hace una semana, cuando aún no sepultábamos a nuestra madre, prácticamente la exoneró en base al peritaje del corrupto de Adán Chablé Santos (alias El Capulina), peritaje amañado que cayó por si solo luego de las contundentes revelaciones del valiente policía Alfonso Cornelio. Exigimos cárcel para Altagracia Ugalde (alias Ana Bárbara).
Honre su palabra y su investidura C. Gobernador de Quintana Roo.
5.- A la opinión pública le hacemos saber que en los próximos días nos trasladaremos a la Ciudad de México para buscar el apoyo de los presidentes de las Cámaras de Senadores y de Diputados federales, así como una entrevista con el C. presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para informarles de las anomalías que presenta este caso y la red de corrupción y tráfico de influencias que ha privado en las indagatorias, donde pareciera que el tintineo de las monedas de mano en mano, puede más que la aplicación de la Justicia sin cortapisas. Donde los poderosos e influyentes tienen manga ancha para pisotear a su antojo la Constitución Política de México. Paralelamente nuestros abogados buscarán una audiencia con el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para explicarle este caso donde aflora la corrupción a borbotones.
Atentamente
Marisela, Marco Antonio y Ernesto Alonso Tosca Vázquez
1.- En el marco del duelo por la pérdida de nuestra madre, reiteramos a la opinión pública: al pueblo de México, al pueblo de Quintana Roo y al pueblo de Tabasco, así como a la comunidad internacional que la culpable del homicidio que le arrebató la vida a nuestra madre es Altagracia Ugalde Mota, conocida como Ana Bárbara. Ella, borracha al volante, conducía esa noche a más de 100 kilómetros por horas por el boulevard Kukulkán, a la altura de la plaza La Isla, en una zona turística donde no se debe de manejar a más de 40 kms. por hora. Los testimonios y pruebas sobran, están a la vista y han estado llegando al Ministerio Público de la Zona Turística de Cancún a cada rato, sin que sean pruebas suficientes para el procurador de Quintana Roo.
2.- Por más que lo niegue, ella, Altagracia, es la responsable. Nos asombra que cada día que pasa y aparecen más evidencias en su contra, sea más cínica y descarada en sus declaraciones y con el consentimiento de las autoridades judiciales quintanarroenses se placee por el extranjero por cualquier antro, quitada de la pena, indolente; sus mismas contradicciones en la narración de los hechos, cuya versión cambia cada vez que sale a llorar a las pantallas con sus amigos y amigas lectores de chismes de la farándula, la delatan.
Ella indolente, ni siquiera se detuvo después del accidente a prestarle auxilio a nuestra madre o a sus nietos, sino que al contrario. Como todo cobarde, huyó y corrió a esconderse a las tiendas de la plaza.
3.- Nada nos gustaría más que la Procuraduría General de Justicia de del estado de Quintana Roo, actuara en contra de Ana Bárbara o Altagracia Ugalde, con la misma celeridad, con la misma rapidez y eficiencia con que actuó esa fatídica noche del sábado; mientras nuestra madre agonizaba en el hospital y falleciera luego, en menos de cinco horas dejó libre a José Jaime Gómez Munguía, quien suplantó a Ana Bárbara y se echó la culpa del atropellamiento.
4.- El testimonio es de un agente de la Policía, no de cualquier ciudadano. La confesión es de una autoridad, de un representante de la ley que pertenece a la Dirección de Seguridad Pública. Por eso le demandamos, le exigimos al C. Gobernador del estado de Quintana Roo, Félix González Canto, lo siguiente:
a).- Sustituir por una persona eficiente y honrada al procurador de Justicia del estado, Francisco Antonio Alor Quezada, quien ha manifestado ineficacia, complicidad e ineptitud en este caso en el que se perdió una vida, la de una mujer noble, tierna y bondadosa de 80 años, cuyo único delito fue cruzar una avenida en el momento que una dipsómana al volante conducía con un celular en la mano a más de 100 kilómetros por horas. Designar a quien esté a la altura del caso y no bailar al son que le toquen los influyentes y poderosos.
b).- Protección para el valiente y heroico agente supervisor de la Policía Turística de Cancún, Carlos Alfonso Cornelio y su familia, cuyo testimonio fue clave para reafirmar lo que hemos sostenido desde el principio: que Ana Bárbara o Altagracia Ugalde, es la responsable de la muerte de nuestra madre. La declaración de Alfonso Cornelio nos deja ver que no todos los policías son corruptos y mafiosos y que no todo está perdido en este país que cada día se hunde más y más en un océano de corrupción, injusticias y mentiras que provienen principalmente de los aparatos de procuración de justicia.
No vaya a ser que al rato lo desaparezcan o sufra algún “accidente”.
c).- Aplicar todo el peso de la ley al perito de tránsito, Adán Chablé Santos, quien con sobornos cambió esa noche el peritaje verdadero por uno tramposo, sucio y amañado, a modo, para favorecer a Altagracia Ugalde y, además la liberó, suplantándola por un alcahuete. Este corrupto agente y sus cómplices no merecen otra cosa más que la cárcel, por degradar la procuración de la justicia y deshonrar el uniforme que portan.
d).- Investigar la verdadera personalidad de José Jaime Gómez Munguía, el copiloto de Altagracia que se echó la culpa del homicidio. Queremos saber quién es en realidad: si chofer, guarura o amigo del hermano de la vedette. Arraigarlo y tomar su declaración y cruzarla con el testimonio de Alfonso Cornelio. También pedimos para el juicio y cárcel por suplantación.
e).- Citar en lo inmediato a declarar a Altagracia Ugalde Mota o Ana Bárbara y carearla con Alfonso Cornelio, porque se ve muy remarcado que la cantante cuenta con el manto protector del gobierno del estado de Quintana Roo y del procurador Francisco Alor, quien hace una semana, cuando aún no sepultábamos a nuestra madre, prácticamente la exoneró en base al peritaje del corrupto de Adán Chablé Santos (alias El Capulina), peritaje amañado que cayó por si solo luego de las contundentes revelaciones del valiente policía Alfonso Cornelio. Exigimos cárcel para Altagracia Ugalde (alias Ana Bárbara).
Honre su palabra y su investidura C. Gobernador de Quintana Roo.
5.- A la opinión pública le hacemos saber que en los próximos días nos trasladaremos a la Ciudad de México para buscar el apoyo de los presidentes de las Cámaras de Senadores y de Diputados federales, así como una entrevista con el C. presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para informarles de las anomalías que presenta este caso y la red de corrupción y tráfico de influencias que ha privado en las indagatorias, donde pareciera que el tintineo de las monedas de mano en mano, puede más que la aplicación de la Justicia sin cortapisas. Donde los poderosos e influyentes tienen manga ancha para pisotear a su antojo la Constitución Política de México. Paralelamente nuestros abogados buscarán una audiencia con el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para explicarle este caso donde aflora la corrupción a borbotones.
Atentamente
Marisela, Marco Antonio y Ernesto Alonso Tosca Vázquez
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